De libros y momentos de siempre

miércoles, 4 de marzo de 2015

Siempre que me preguntan cuál es mi libro favorito, me quedo pensando a ver si en esa ocasión alguno de ellos viene a mi y se postula claramente como tal. Pero no, y creo que siempre será así, porque cada libro que he leído, incluso los que han pasado sin pena ni gloria me han dejado algo; ya fuera un sentimiento de enfado porque el escritor se ha quedado a medias, ya una profunda satisfacción porque ha conseguido llegar a mi, incluso pena porque la historia que me ha tenido tan metida de lleno, tan atrapada, se acaba.

Además, pienso que hay un libro para cada momento, para cada etapa de la vida. Aunque hay ocasiones en que un libro que leímos en nuestra infancia, lo releemos y descubrimos que ahora además de gustarnos nos emociona; ahora forma parte ya de nuestra vida y junto con el libro vienen recuerdos, sentimientos.

Hoy os traigo un libro que leí hace muchos años, no digo cuántos porque no me acuerdo exactamente, de cuándo lo compré,  pero la reimpresión es de 1983 así que echad cuentas. Seguro que lo conocéis: es de la colección de Sempè Goscini, Las vacaciones del pequeño Nicolás. Tuve alguno más, pero las mudanzas que a lo largo de nuestra vida hemos hecho han dejado algunos por el camino. 

Me encanta el mero hecho de coger este libro de la estantería. No es muy grande, aunque sí un poco más ancho de lo normal. Hay que ojearlo con mucho cuidado porque algunas páginas están sueltas y la portada no está intacta, me produce tanta ternura... Es como tener a un viejo amigo entre las manos, un amigo que me hizo vivir las aventuras de ese niño extraordinario, divertidísimo, y que (aquí viene lo bueno) a veces decía cosas que yo no alcanzaba a entender del todo; posteriormente, ya adulta, releí, comprendí, me reí con ganas y en suma, disfruté de nuevo casi tanto como la primera vez.

Las ilustraciones de Sempé son tan características que las reconocería en cualquier parte. Son maravillosas, muy detallistas, expresivas y son perfectas para los textos de Goscinny, divertidísimos, con un punto de ironía que os aseguro os gustará.

Isabel, mi hija de 9 años y yo lo hemos leído juntas y a ella le ha encantado también. Tanto que compramos la reedición de Alfaguara (el mío también era de Alfaguara), que sigue siendo una maravilla, si bien yo como soy una enamorada de la edición que yo tengo no hubiera hecho ningún cambio (han modernizado un poquito el lenguaje y adaptado algún nombre); aún así, sigue siendo un libro para recomendar.

No sé si vosotros notáis cuando algo me emociona de verdad. Yo sé que escribo de otra forma, casi atropellando las letras porque tengo en la cabeza las palabras deseando salir, deseando transmitiros lo que hay allí y convencer a alguien para que coja este libro (o película, o música) y disfrute tanto como yo, y hable conmigo para compartirlo... Siempre he leído que la lectura es un placer solitario, y es cierto que requiere tiempo a solas, pero, ¿cuántas conversaciones suscita? ¿Cuántas veces estamos deseando acabarlo para inmediatamente llamar a aquel amigo que se lo ha leído y hablar de ello?

Yo estoy segura de que en sólo tres semanas que llevamos con esta aventura, notáis perfectamente lo que simplemente me gusta, lo que me apasiona, incluso puede que se deje traslucir mi estado de ánimo. Como hoy no era el mejor, la verdad, he traído a este viejo amigo que ha estado toda mi vida bien cerca de mí, siempre visible y siempre dispuesto a ofrecerme su compañía. 



           

2 comentarios:

  1. Estamos encantados de acompañarte cada día, conpartiendo tus rincones especiales, y comprobando sorprendidos que ya compartíamos muchos de ellos contigo sin saberlo. Esa complicidad vale millones..
    Anoche Virginia hacía un repaso a todos tus posts (no había podido leer todos). Tenía que haber grabado su expresión, esa que sólo se muestra cuando se encuentra a un alma gemela. Seguro que sabes a qué me refiero.
    Te queremos mucho!

    ResponderEliminar
  2. ¡Y yo a vosotros! Claro que sé a qué te refieres, sabes que no hace mucho te dije algo parecido... Da gusto estar con gente como vosotros y esta aventura la siento como un poco compartida, ¿a que sí?

    ResponderEliminar