Un momento de ficción (I)

martes, 24 de febrero de 2015



5.27. Y sabía que no iba a ser capaz de dormir ni un minuto más. Jodido insomnio. Jodida vida. En la cama aún se percibía la huella de... ¿cómo coño se llamaba?... Qué más da. La última rubia, como en la canción de Loquillo. Me reí de mi propio chiste, y mi carcajada rompió el silencio, absoluto gracias al aislamiento especial que se suponía iba destinado a evitar las insidiosas intromisiones de los vecinos quejándose del ruido... Ruido... Últimamente alguna noche volvía a casa acompañado, pero aborrecía cada minuto que compartía con alguien, me recordaba...

Me sobresaltó el oír los primeros acordes de Distancia prudencial, la canción que nos hizo famosos, la que yo creía mía, cuando en realidad había sido siempre suya. En la pantalla, Quim. Qué coño querrá ahora.
- Son las 5 de la mañana - dije con toda la calma que no sentía. Quería estar solo con mis pensamientos, machacarme y perderme en la conmiseración. Hundirme en mis miserias.
- Lo sé Fran, tío. Pero tengo algo grande, muy grande. Hizo una pausa, esperando mi reacción, pero ni siquiera era capaz de fingir el menor interés por nada desde hacía un tiempo. Dos años, tres meses y seis días de la nada más absoluta.

Quim pareció percatarse de que no tenía la menor intención de animarlo a proseguir, así que decidió ir al grano: -Ha vuelto.

No necesitó añadir nada más. Fingiendo una serenidad que no sentía en absoluto, pregunté -¿Quién?. No me contestó. Incluso me pareció percibir un resignado suspiro, como quien se enfrenta a un niño malcriado y continuamente enfurruñado.

- ¿Cómo te has enterado?
- La vi tío. La vi. En el Cote. Esta noche. Se fue enseguida, me dijo que acababa de llegar y...
- ¿Preguntó por mi?
- Hablamos muy poco, tenía prisa
- ¿Preguntó por mi?
- No

Sabía la respuesta antes de hacer la pregunta, pero necesitaba oírla. No. No. No. Era lógico, desde luego. Yo la había alejado de mi, yo había logrado poco a poco convertir esa eterna sonrisa en una especie de mueca irónica que me servía de permanente recordatorio de mis errores. Excepto cuando me miraba a mi. No soportaba esa mezcla de rabia, impotencia, decepción, de dolor.

- Ha cambiado de numero. Espera q llaman a la puerta, te lo paso por whatsapp.

Colgó sin que tuviera tiempo de decir nada, y a los cinco segundos sonaba el tono de mensaje. ¿Qué iba a hacer? Había esperado y temido tanto este momento.

Lo cierto es que la inspiración, la música, me abandonó en cuanto ella se fue. En su momento, no me importó. Creí que iba a llenar su espacio con facilidad, al fin y al cabo, mi trabajo me absorbía de tal modo que no había sitio para nada más. La liberación que trajo consigo su marcha, las ataduras que yo pensaba que, una vez rotas me iban a permitir dedicarme en cuerpo y alma a componer, a volcarme en la música y a liberar mi mente de todas lo superfluo, todo lo que no fuera aquello para lo que había nacido, mi vocación, resultaron ser lo que mantenía la unidad de cuerpo y espíritu que necesitaba cualquier persona para simplemente, ser. Estaba vacío.

Me levanté.

5 comentarios:

  1. Me ha encantado, ya te lo he dicho. Me encanta como relato corto, por lo que dice y lo que no dice, por esa fragilidad que todos hemos sentido alguna vez a horas intempestivas..
    ¿continuará creciendo esta historia? ¿sabremos más de Fran?
    Quién sabe, a lo mejor estamos siendo testigos del nacimiento de una gran escritora..

    ResponderEliminar
  2. ... Hace tiempo que descubrí a esta gran escritora.

    ResponderEliminar
  3. Esta claro que saber escribir no sólo consiste en hilar y manejar bien las palabras ; hay que unirle una sensibilidad excepcional como la que tu tienes Blta.

    ResponderEliminar
  4. Me asombra ver de lo q eres capaz. Este talento está poco explotado...
    Si necesitas manager o q te lleven la pluma en un maletín, me ofrezco.
    Una vez mas te pido q no dejes de escribir. Bsz

    ResponderEliminar
  5. Y por lo que veo nos sigues sorprendiendo... :)
    Para los que te conocemos creo que la palabra orgullo se va quedando corta.
    Espero que haya más momentos como el de hoy y que esta historia continúe, porque me ha enganchado desde la primera frase. Estoy intrigada!
    Muchos besos!

    ResponderEliminar