Hoy vamos a cambiar de registro: voy a proponeros los ingredientes para diseñar uno de esos momentos de los que hablamos a diario.
Por una parte, un vino que he tenido ocasión de probar no hace mucho y que os recomiendo como profana en la materia: simplemente sé lo que me gusta y lo que no. No os voy a dar datos técnicos porque para eso ya hay expertos en la materia; enlazo además la página web de estas bodegas porque visualmente es un "paseo" agradable. El vino en cuestión es el Laya 2013 y en mi entorno, quien lo ha probado repite; coged vuestra copa y disponeos a disfrutarlo, ya sea solos en un momento relajante, una pausa del día o una celebración del final, o en buena compañía; también la conversación relaja.
Y como complemento, os sugiero música de fondo; ayer descubrí esta canción a través de una amiga que la compartió en Facebook definiéndola como nostálgica y es verdad que algo de razón tiene; también es suave, invita a escucharla con los ojos cerrados o mirándonos en otros. Fue oírla e imaginarme este momento que comparto con vosotros.
Me gustaría que esta especie de maridaje entre música y buen vino se convierta en algo habitual en este blog, tanto a través de mis sugerencias como de las vuestras. Cada uno tendrá sus gustos, pero por qué no dejarnos llevar de vez en cuando, atrevernos con novedades, incluso buscarlas: al final la vida es una suma de experiencias, y aunque es bueno encontrarse cómodo, en mi opinión de vez en cuando hay que innovar, salir de esa zona segura y aprender.
Preciosa.. Comparto contigo otra canción que me despierta sentimientos parecidos. La recomendación merece una introducción. Como sabes, Virginia se fue a su tierra (también un poquito tu tierra) unas semanas antes del final del embarazo para que Guillermo naciera allí. A medida que se acercaba la fecha prevista, yo esperaba a varios cientos de kilómetros de distancia que me llamara para darme la noticia de la llegada de nuestro hijo. La llamada se produjo una medianoche del 29 de Enero de 2013 mientras yo, esperando a que el sueño me llegara, escuchaba esta canción. Es Roma, de Vicente Amigo. En realidad no es una canción sobre la maravillosa capital de Italia, sino sobre el amor, que es lo que puede leerse al leer Roma al revés. Como la vida misma, el amor y sus caminos son extraños y sorprendentes, circulares y no por previsibles dejan de ser emocionantes. Como una llamada de teléfono a medianoche que tanto esperas. En el video Vicente Amigo lo cuenta con su guitarra y con un viaje mágico a un lugar al que algún día regresarás con los que más quieres..
ResponderEliminarSabía que algún día tenía que escribirlo, y me gusta que este sea el sitio en el que me haya decidido a hacerlo.
Y no me olvido del vino.. Habrá que probarlo!!
http://youtu.be/7oM3a_9_qZQ
Qué ilusión me hace que hayas compartido un momento tan especial en tu vída aquí. Hablamos de ese viaje el otro día y ya me pareció tan bonito, tus padres a tu lado, como siempre... Gracias por hacernos partícipes.
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