Para compartir leyendo: Estrómboli

miércoles, 10 de agosto de 2016

Después de un tiempo sin escribir, el blog me llama. Quizás porque entre mis últimas lecturas he encontrado la motivación que me faltaba; no sabría decir si leo más porque escribo o escribo más porque leo, pero en cualquier caso, sin duda cuando un libro genera en mí algo inusual, de forma automática vuelvo al blog.

Y lo hago de la mano de una de las recomendaciones más insistentes de Juanjo, al que ya conocéis y seguís en Ni un día sin libro: Estrómboli, de Jon Bilbao. Un libro de relatos que son pedacitos de vidas, instantes pensados y plasmados con una finalidad: llamar nuestra atención y perdurar en el recuerdo.


Porque no son relatos al uso (si es que eso existe). Son episodios que nos dejan con un buen sabor de boca, el de las cosas completadas, algo realmente difícil de conseguir en los libros de relatos, que muchas veces nos dejan un sentimiento de insatisfacción. Como si fuesen ensayos de algo destinado a ser más grande y que se quedó en el camino. Jon Bilbao, de forma magistral, llena nuestras expectativas en cada uno de esos pequeños cuentos, nos intriga, divierte y atrapa de tal forma que casi casi llegamos al final conteniendo la respiración. 

Y todo ello con ese dominio de lenguaje que permite a los verdaderos escritores hacer maravillas con él. Utiliza las palabras para provocarnos exactamente de la forma que quiere, llevarnos al punto en el que quiere situarnos, de tal forma que al final, no sabríamos decir quien utiliza a quien: ¿es el escritor quien maneja los hilos, consiguiendo nuestras reacciones, o tenemos nosotros capacidad de decisión? Mucho me temo que no: en realidad somos prisioneros a lo largo de las páginas, con la falsa sensación de libertad que produce la brevedad de los relatos. No podríamos dejarlos, aunque quisiéramos, y esa es la intención que desde mi punto de vista existe en el libro.

Como ya sabéis, no me gusta desvelar nada del argumento; aquí solo se trata de plasmar mis emociones, a fin de que si os animáis a leerlo, podáis compararlas con las vuestras, una forma de compartir, de algún modo, el solitario (en teoría) placer de leer. 

Y mi recomendación hoy es que aprovechando el verano, de tardes interminables y moches calurosas, os atreváis a descubrir a Jon Bilbao. Leedlo, comentadlo, recomendadlo. Es un libro muy agradecido para compartir, incluso admite una lectura casi casi conjunta; el placer de un hallazgo así es doble si lo disfrutamos con alguien. Ahora que tenemos más tiempo libre, ¿por qué no hacer partícipes a quienes tenemos al lado de algo tan apasionante como un buen libro? Estrómboli es una buena forma de comenzar a abrir la puerta de nuestro paraíso privado: nuestros libros. 

1 comentario:

  1. Acertadisima!!!! Tras su recomendación por nuestra bloguera , lo lei y me alegre d hacerlo ; lectura agradable, cada historia te sorprende y atrapa. Sin duda COMPARTIRLO

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