Releyendo momentos

martes, 5 de mayo de 2015

Hoy vamos con otro de mis libros preferidos: La sirena viuda, una recopilación de cuentos de Benedetti. Hacía tiempo que no lo leía, y el otro día, buscando algo de bolsillo para llevarme al hospital, lo vi en mi librería, empecé a hojearlo y sentada en el suelo, me puse a leer. Me encanta releer aquellos libros que en su día disfruté: me produce la sensación de reencontrarme con un viejo amigo, al que miro con curiosidad para ver en qué ha cambiado. 

Pero resulta que la que ha cambiado soy yo, no él; a veces, siento que la parte de mi misma que conectó de algún modo con él ya no está, y me produce una gran sensación de tristeza. Sin embargo, son las menos; por lo general; mis vivencias enriquecen mi visión del libro, lo aprendido fuera de él, me enseña cosas que antes no vi; aunque siempre estaban ahí, quizás no supe o no pude verlas.

Y en este caso, ha sido todo un reto el reencuentro. Si en su día abrí sus páginas con un idealismo que en algún caso me hizo rechazar alguno de sus cuentos, hoy, comprendo. Que todo no es blanco o negro, como en su día pensaba; que para saber cómo actuaríamos en una situación, hay que vivirla 

En este libro tienen cabida las escenas cotidianas, los amores imposibles, la crudeza de la realidad; el villano, que en el fondo, no lo es tanto, o al menos no está tan alejado de nosotros. Y por encima de todo, la vida, la vida... La vida. Entendida como suma de momentos, pero a la vez, con esa urgencia que produce el saber que es efímera. Y que duele. Y que cura. 

¿Sabéis? Si recordáis bien el libro, o si lo leéis ahora, adivinaréis perfectamente qué cuentos son mis preferidos; cuál me impactó más. Si formáis parte de esta aventura, incluso sin haber leído la entrada sé que me identificaríais con algún pasaje. Cada vez es más frecuente que me digáis que leyendo un libro, viendo una película o disfrutando sencillamente de un instante, pensasteis: "este es uno de los momentos del blog". Y me produce una enorme satisfacción el oírlo; al fin y al cabo, es lo que perseguimos aquí, ¿no os parece?

Mi recomendación hoy vuelve a ser doble. En primer lugar, no dejéis pasar la oportunidad de leerlo. Tratad de adivinar qué cuentos fueron los que me dejaron huella; descubrid los vuestros, y disfrutad de un escritor que es capaz de hacernos vivir las escenas más aparentemente intrascendentes para luego llevarnos a presenciar auténticos dramas. 

Y en segundo lugar, buscad entre vuestros libros, escoged aquel que en su día os hizo vivir un momento, y releedlo. Recordad; el libro no ha cambiado, pero vosotros sí, y con ello, vuestra forma de verlo, de sentirlo, de vivir sus páginas. 

Porque sí, las páginas de un libro no sólo se leen; se viven. Sobre todo, si es Benedetti.

2 comentarios:

  1. Buenos días!
    Es un placer desayunar con tu blog "abierto" (algún día te hablaré de esta metáfora y de la relación con tu blog..)
    Me encanta que recuperes - y compartas con nosotros - libros ya leídos. Supone siempre un placer descubrir de nuevo un viejo placer. Hay quien piensa que leer por segunda vez un libro es una pérdida de tiempo (¡qué pérdida de tiempo!) pero, ¿no hay cuadros que no nos cansamos de contemplar, o canciones que disfrutamos igual o más cada vez que las volvemos a escuchar?
    Sumo tu recomendación de forma inmediata a mi biblioteca. No he leído el libro y Benedetti (y tú) se lo merece todo.
    Un abrazo.

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  2. Pues otro más que añadimos a la lista! Y no es un decir... Los describes de tal manera que dan ganas de leerlos en el momento. Y eso es lo que peor llevo...no poder ir a una librería para comprarlos o pedírtelos a tí ;) Aun así, no pierdo la esperanza de algún día de esos que me voy a mirar libros porque sí,encontrar alguno. Un beso muy fuerte!

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